Molestias en los ojos (lagrimeo, picor, conjuntivitis…), estornudos, moqueo, congestión nasal, tos, dificultad para respirar, malestar general… Estos son algunos de los síntomas de la alergia al polen.
A pesar de que las previsiones para esta primavera auguran buenas perspectivas para los alérgicos al polen, desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierten que “el aumento de las temperaturas, de los niveles de CO2 y la sequía están cambiando la expresión de las reacciones alérgicas; las plantas han alargado su polinización y a niveles más elevados; esto ha originado un incremento de la reactivación de los síntomas de los pacientes alérgicos. Como el periodo de polinización se alarga, el tiempo de exposición también aumenta”.
En España, las gramíneas son la principal causa de alergia al polen. Desde la SEAIC señalan que cada vez hay más alérgicos al polen de las gramíneas, el olivo y el platanero, mientras que se mantiene el número de alérgicos a los ácaros del polvo y los hongos.
En la farmacia encontrarás diferentes soluciones para combatir la alergia al polen: antihistamínicos, descongestivos, aromaterapia… Consulta a tu farmacéutico sobre la opción más adecuada según tus características y sintomatología y ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
– Mantén cerradas las ventanas durante la noche. La polinización se produce entre las 5 y las 10 horas por lo que es recomendable también que evites cualquier actividad en el exterior durante las primeras horas del día.
– Cuando viajes cierra las ventanillas del coche y elige destinos próximos al mar para tus vacaciones.
– Sigue la medicación que te ha prescrito tu médico en la dosis recomendada, nunca la superes.
– No tiendas la ropa en el exterior para secarla, el polen puede acumularse en las prendas.
