Aunque se ha avanzado mucho en este campo, todavía hay muchas mujeres que tienen vergüenza a la hora de preguntar sobre este tema en la farmacia. La higiene de las zonas genitales de la mujer es muy importante no sólo para evitar el olor coporal, sino que además resulta fundamental para prevenir la aparición de infecciones.
Se recomienda utilizar ropa interior de algodón y si se usan compresas o salva-slips cambiarlos a menudo. También es importante usar el papel higiénico de delante hacia atrás cuando se va al baño y no al contrario y lavarse las manos, tanto antes como después de ir al servicio.
Existen soluciones específicas para la higiene de la zona íntima de la mujer, sin perfumes y dirigidas a preservar el PH de la zona íntima sin irritarla.
La zona íntima está formada por mucosas que están siempre húmedas y tiene una flora bacteriana que la progete de las infecciones, es lo que se conoce como la flora íntima.
El PH de estos productos de higiene específicos tiene que ser equilibrado y algo ácido, entre 3,5 y 4,5, ya que una alteración de este PH puede derivar a la alteración de esta flora íntima y las consiguientes infecciones. Este punto es muy importante sobre todo en mujeres embarazadas, durante la menopausia, en el caso de las diabéticas, etc. ya que son situaciones en las que se tiene una mayor tendencia a sufrir infecciones.
En cuanto a la frecuencia, se recomienda lavarse al menos una vez al día (salvo en situaciones excepcionales como el periodo menstrual, con calor excesivo, problemas digestivos o por prescripción médica por alguna infección), de forma externa y secándose muy bien después.
Hay que prestar especial atención a la higiene íntima durante la menopausia, en la que se produce una disminución de estrógenos, la mucosa vaginal es más fina y hay menos secreción y más sequedad. Algunas mujeres además tienen alguna pérdida y esto produce una alteración del PH vaginal (7) y un aumento en la frecuencia de aparición de infecciones íntimas.