Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo pueden producir una amplia gama de cambios en la piel. Entre éstos se incluye la aparición de acné.
El acné
Algunas mujeres que tenían acné antes de estar embarazadas, notan que éste empeora o mejora durante el embarazo. Pero caso es diferente.
La aparición de acné se debe, en parte, a los altos niveles de hormonas andrógenas que circulan en tu cuerpo ahora que estás embarazada. Ese tipo de hormonas estimulan las glándulas sebáceas de la piel y eso incrementa la producción de una sustancia grasosa llamada sebo que, combinado con la capa de células muertas, bloquea los poros creando un ambiente favorable para que las bacterias se multipliquen rápidamente provocando inflamación y erupciones en la piel.
El acné durante el embarazo puede ser ligero, regular o incluso severo, y puede ocurrir en cualquier momento. Puede ser temporal o durar todo el embarazo.
Te damos algunos consejos para tratarlo:
- Limpia la zona con un producto adecuado dos veces al día.
- Al limpiarte la cara, no utilices ni toallitas ni esponjas, ya que eso te puede irritar la piel y agravar el problema. Es mejor que uses tus propias manos al lavarte la cara; trata de hacerlo con suavidad.
- Al secar tu cara no frotes con la toalla, mejor sécala en golpecitos suaves.
- Si usas crema hidratante, asegúrate de que no contenga ningún tipo de aceites.
- Aunque sabemos que es difícil, no manipules los granitos, eso sólo agravará el problema y podría dejarte cicatrices.
- Si usas maquillaje, utiliza productos oil free, en las farmascias SANIFARMA te asesoraremos sobre producto más adecuado, según el tipo de problema. Es muy importante que te limpies la cara antes de acostarte.
- Consulta con tu médico o especialista antes de usar cualquier crema o loción. Varios de los productos que están en el mercado pueden ayudarte a mejorar el acné, pero algunos contienen ingredientes que no son seguros para usar durante el embarazo; además de que las investigaciones en cuanto a sus efectos son escasas. Si tu acné es muy severo es recomendable que veas a un dermatólogo.
Deshidratación
En el embarazo, la piel puede pasar de estar grasa a seca en menos de un mes, debido a que las hormonas fluctúan de forma natural. Una piel demasiado seca puede manifestarse con picores, descamación o incluso grietas y heridas. Te damos algunas recomendaciones para paliar esta deshidratación:
- Es fundamental mantener la piel muy hidratada, preferiblemente aplicar las cremas después del baño o la ducha, cuando la piel todavía este húmeda.
- Bebe mucho líquido, preferiblemente agua, las cremas tópicas hidratan la piel desde el exterior, pero el agua ayuda a hidratar tu piel desde el interior.
- Elimina las células muertas de la piel con un limpiador suave y que contenga avena o leche de almendras.
- Los lavados o baños demasiado frecuentes y con jabón, resecan más la piel, procura realizar duchas rápidas sin gel o con un jabón de ph neutro.
- No abuses de los perfumes o colonias.
- Humedece el ambiente. También puedes mantener el ambiente de la habitación con humedad, sobre todo en los meses de calor.
Manchas en la piel
Las manchas oscuras en la piel son un tema que ya hemos tratado anteriormente en el blog, pero, dada su alta incidencia (afectan al 70% de las embarazadas) volvemos a tratar este tema más detenidamente.
Es muy frecuente que las mujeres embarazadas presenten en la piel zonas llenas de manchas oscuras, conocidas comúnmente como «máscara» o «paño del embarazo» (aunque su nombre médico es cloasma o melasma). Las mujeres de tez más oscura y aquéllas con antecedentes familiares son más propensas a esta afección, que suele agravarse en embarazos posteriores.
Las manchas pueden aparecer alrededor del labio superior, la nariz, los pómulos y la frente, y algunas veces adoptan realmente la forma de una máscara. También pueden aparecer en las mejillas o en el contorno inferior de la mandíbula, así como en los antebrazos y en otras partes del cuerpo que estén expuestas al sol. Además, puede ser que la piel que de por sí tiene más pigmentación —como los pezones, pecas, cicatrices y la piel alrededor de los genitales— se ponga aún más oscura durante el embarazo. Esto también suele suceder en zonas propensas a los roces, como las axilas y la parte interna de los muslos.
Todo esto es el resultado de los cambios hormonales que se producen durante el embarazo, los cuales estimulan temporalmente la producción de melanina, la sustancia natural que le da color al cabello, la piel y los ojos. A lo que se suma la exposición solar.
Probablemente, las zonas que se han oscurecido vuelvan poco a poco a su tonalidad normal unos meses después del parto, aunque en algunas mujeres los cambios nunca desaparecen por completo. Y como hemos comentado otras veces esas «lesiones» a nivel interno permanecen siempre, de ese modo en el momento que tengamos una exposición al sol sin una protección adecuada, esa mancha volverá a subir y ser visible.
En el abdomen empieza a dibujarse rápidamente una línea que se conoce como línea nigra. Antes del embarazo, ya tenías una línea llamada línea alba, que recorría desde el ombligo hasta el pubis. Sin embargo, es probable que ni siquiera la hubieras notado, debido a que era del mismo color que el resto de tu piel. El aumento de la melanina es el responsable del oscurecimiento de esta línea de la barriga. Probablemente, unos meses después del parto vuelva a tener el color que tenía antes del embarazo.
Consejos para prevenir las manchas en el embarazo
Los cambios en la pigmentación de tu piel generalmente desaparecerán por sí solos después del parto, pero mientras tanto puedes hacer algunas cosas para reducirlos de manera segura:
Protégete del sol. Esto es fundamental porque la exposición a los rayos ultravioletas (UV) del sol intensifica los cambios en la pigmentación. Usa un protector solar de amplio espectro (una fórmula que te proteja contra los rayos UVA y los UVB) con protección SPF 30 o SPF 50, esté o no esté soleado el día, y aplícalo varias veces sobre la piel a lo largo del día si te encuentras al aire libre. Es recomendable que la aplicación de protección solar se vuelva parte de tu rutina matinal. La Academia Estadounidense de Dermatología advierte que la piel se expone a una cantidad significativa de luz UV al hacer cosas rutinarias, como caminar por la calle, conducir, o incluso cuando se está en el interior pero cerca de una ventana.
Utiliza un inhibidor de melanina junto con el protector solar a diario.
¿Qué hacemos con las manchas después de dar a luz?
Es recomendable que continúes protegiendo la piel del sol después de tener a tu bebé.
Usa una crema protectora, cúbrete y permanece alejada del sol al mediodía. En la algunos de los casos, las manchas desaparecen lentamente y en la mayoría de los casos habrá que seguir algún tratamiento despigmentante.
Para un número de mujeres, los anticonceptivos que contienen estrógeno (tales como la píldora, el parche y el anillo vaginal) pueden contribuir al cloasma. Si los cambios en la piel te resultan molestos, considera otra opción de control de natalidad.
Pueden pasar muchos meses antes de que veas mejoras, así que tendrás que armarte de paciencia. En raros casos, los dermatólogos pueden usar tratamientos con láser para quitar la piel oscurecida, pero esa no es la primera opción. Independientemente del enfoque que sigas, es de fundamental importancia que continúes protegiéndote del sol durante el tratamiento y después del mismo. Recuerda que tu cuerpo está sufriendo muchos cambios. Desde nuestras farmacias te ayudamos a resolver tus dudas y hacer que te sientas más cómoda. ¡Consúltanos!