Se trata de la llamada astenia primaveral, un trastorno adaptativo que afecta de forma especial a mujeres de entre 30 y 60 años. Sus síntomas suelen durar no más de un par de semanas y van remitiendo conforme nuestro organismo se adapta a la nueva situación.
Te damos algunas recomendaciones para combatir los síntomas de la astenia primaveral:
- Respeta las horas de sueño y procura dormir 8 horas cada día. El descanso es esencial y para lograrlo es muy importante seguir unos horarios regulares y evitar los excitantes como el café, el té, el alcohol o el tabaco.
- Realiza ejercicio, al menos media hora de alguna actividad cardiovascular moderada como caminar a ritmo rápido, montar en bicicleta, nadar o hacer aerobic. El ejercicio estimula la producción de endorfinas, que te harán sentir mucho mejor.
- Lleva una dieta equilibrada. Haz cinco comidas al día, consume alimentos ricos en vitaminas y minerales como verduras, hortalizas, frutas y alimentos ricos en omega 3, como el pescado azul. Evita las grasas y los azúcares y, para combatir el decaimiento, incorpora en tu dieta alimentos que te aporten un extra de energía, como pueden ser los frutos secos o los plátanos, que además son ricos en triptófano (aminoácido precursor de la serotonina, un neurotransmisor que potencia la felicidad). Otros alimentos ricos en triptófano son los huevos, leche, pescados, carnes, cereales integrales, piña y aguacate.
- Hidrátate. Bebe al menos dos litros de agua cada día. En esta época del año especialmente, toma de forma regular zumos e infusiones.
Si a pesar de las recomendaciones anteriores los síntomas no mejoran, consulta con tu médico o con tu farmacéutico sobre la posibilidad de complementar tu dieta con algún suplemento nutricional.
Los tratamientos fitoterapéuticos de la astenia primaveral incluyen varias plantas con propiedades energizantes, como el ginseng (Panax ginseng) el eleuterococo (Eleutherococus senticosus), la maca (Lepidium peruvianum), el jengibre (Zengiber officinale) o el hipérico (Hypericum perforatum), que favorecen la adaptación del organismo a los cambios de tiempo y ayudan a potenciar su rendimiento físico.
También predominan en los complementos nutricionales la jalea real, el polen, los oligoelementos (potasio, fósforo, magnesio…), ácidos grasos esenciales y Vitamina B y C.
Otro de los suplementos para combatir el decaimiento asociado a la astenia primaveral lo constituyen los complementos alimenticios con la coenzima Q10, que contribuyen al adecuado funcionamiento del metabolismo energético, ayudando a transformar los alimentos en energía y apoyando así la reducción del cansancio y la fatiga.