Diferentes estudios aseguran que utilizar un agua termal durante una semana consecutiva disminuye la sequedad de nuestro rostro entre un 80 y 90%.
El agua de manantial se ha convertido en un producto de belleza. Envasada en spray para que ni se contamine, ni se degrade, nos hará llevar mejor nuestra exposición al calor, al aire acondicionado o a los cambios de temperatura, entre otros agentes externos.
Durante el verano, incluyendo el agua termal en nuestra rutina de cuidado de la piel evitaremos los efectos devastadores de la pérdida de agua y nos beneficiaremos de su efecto súper refrescante y calmante, gracias a la concentración de minerales.
Al proceder de fuentes termales son aguas mineralizadas. Entre otros minerales podemos encontrar manganeso, con propiedades hidratantes y antioxidantes; cobre, anti-inflamatorio y antiséptico; magnesio, que es un poderoso estimulador de la renovación celular; zinc, anti-inflamatorio y antibacteriano; selenio, con propiedades antioxidantes; calcio, que en combinación con el manganeso posee efectos cicatrizantes; hierro, que facilita la oxigenación celular, o el cobre que posee propiedades antiinflamatorias.
Entre las aguas termales disponibles destacamos el Agua Termal de Uriage, que se caracteriza por ser la que más concentración de minerales posee del mercado, 11 g/l. Es bacteriológicamente pura y es la única que es isotónica, respetando la fi siología de la piel.
Es un agua versátil recomendada para toda la familia. Ideal para utilizar siempre que haya sensación de calor, post-afeitado, post-depilación, post-tratamientos dermatológicos, eccema, infl amaciones, cambio del pañal…