La polinosis está causada por una reacción alérgica frente a los pólenes que penetran en nuestro organismo a través de las mucosas expuestas al aire (ojos, nariz, y boca) y que producen procesos respiratorios como la rinitis y el asma. Para combatir los síntomas de la alergia es recomendable reforzar el sistema inmunológico. Y en este sentido, los aceites esenciales, junto con la práctica de ejercicio y una dieta equilibrada rica en vitamina C y betacaroteno, pueden ser de gran ayuda.
La aromaterapia permite actuar sobre las diferentes manifestaciones alérgicas, ya sea a nivel cutáneo, respiratorio o sistémico, y evitando los efectos secundarios de algunos fármacos convencionales. Asimismo, y con carácter preventivo, puede realizarse una desintoxicación primaveral puesto que un hígado descongestionado procesará mejor los alérgenos, disminuyendo la intensidad y la duración de la sintomatología.
Si eres alérgico al polen, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Mantén cerradas las ventanas de tu vivienda durante la noche para prevenir que entre el polen. Si fuese necesario, utiliza el aire acondicionado, que limpia, enfría y seca el aire.
- El polen se emite entre las 5 y las 10 de la mañana, por lo que es recomendable reducir la actividad a primera hora de la mañana en la medida de lo posible. Y mantenerse en casa cuando el recuento de pólenes sea alto.
- Cuando viajes mantén cerradas las ventanas del vehículo y si vas de vacaciones en las épocas de polinización alta elige destinos con menos polen, como lugares de playa o próximos al mar.
- Toma los medicamentos que te ha prescrito tu médico de forma regular y en la dosis recomendada. Nunca superes dicha dosis.
- No cortes el césped ni te coloques cerca cuando esté recién cortado, porque el corte del césped agita el polen.
- No cuelgues las sábanas ni la ropa al aire libre, porque el polen puede acumularse en las prendas.