• No te saltes las comidas. Sólo conseguirás engordar más. Es importante mantener los niveles de glucosa en sangre constantes para no llegar a la cena hambriento y pasarte comiendo. O al revés, si dejas de cenar por haber comido en exceso, tu organismo lo interpretará como una señal de época de hambruna y guardará más grasa de reserva. Por tanto, desayuna bien (fruta, lácteos, pan, etc.) antes de las comidas y toma un aperitivo (fruta, frutos secos con yogur, biscotes con queso fresco, etc.) unos 60 o 90 minutos antes de las cenas navideñas.
• Planifica tu agenda de comidas y cenas navideñas. Toma comidas ligeras (ensaladas, verduras, pescados y carnes a la plancha, etc.) los días de antes y de después de las comilonas navideñas.
• No hay reglas para hacer ensaladas especiales en Navidad. Las ensaladas tienen la ventaja de que son saciantes por su contenido en fibra y, así, llegas al segundo plato (el cual es más calórico) con menos apetito.
• Ante el dilema de carne o pescado, elige siempre pescado. Los pescados contienen proteínas como las carnes, pero con la ventaja de que sus grasas son poliinsaturadas tipo omega-3 (buenas para el corazón y arterias) y son más digestivos que las carnes. Además, escoge como aperitivos mariscos, productos del mar y setas, que son alimentos bajos en calorías y grasas.
• Prepara postres más ligeros como sorbetes, macedonias de frutas, gelatinas o helados de yogur. De esta forma tomarás menos turrón y mazapanes, que tienen alto contenido calórico.
• Procura beber entre 2 y 3 litros de agua cada día para hidratarte y para evitar comer demasiado en las fiestas y tener controlada la gula. Además, bebe agua a lo largo de todo el día de antes y de después de la cena, no sólo para conseguir una buena hidratación, también para eliminar las toxinas y llegar con menos apetito a la cena. Otro truco es intercalar un vaso de vino con un vaso de agua en la cena beberás menos alcohol y la resaca será menor.
• Aprovecha las reuniones familiares para conversar con aquellos familiares que ves poco a lo largo del año. La conversación te ayudará a comer y masticar más despacio.
• Si eres goloso, conseguir pasar las Navidades sin comer un dulce se convertirá en una tortura psicológica, por tanto, la mejor manera de evitar la tentación en controlándola. Intenta tomar como mucho un dulce al día.
• Las bebidas alcohólicas tienen demasiadas calorías vacías, no contienen nutrientes, vitaminas o minerales. Por tanto, el alcohol debe ser consumido con moderación. Escoge vinos blancos o tintos o cava, tienen menor contenido en alcohol y menos calorías. Además, contienen polifenoles de la uva que ayudan a proteger la salud cardiovascular.
• Es difícil calcular para varios comensales y siempre sobra. No hay que tirar la comida, y menos si está tan rica, pero tampoco podemos comer marisco, cordero y demás restos durante toda una semana. La mejor opción es repartir entre tus invitados los restos de comida, así será más fácil hacer un día o dos de comida ligera después de cada fiesta.
• El té verde y el té rojo, son ricos en antioxidantes y ayudan a quemar las grasas de las comidas.
• Para digerir las comilonas navideñas el riñón y el hígado deben trabajar muchísimo. Las frutas frescas y verduras cocidas son depurativas y ayudan a estos órganos de limpieza a funcionar y mantienen limpio el organismo. Así evitas el riesgo de que se depositen en los tejidos las grasas, ácido úrico, colesterol y eliminas las toxinas dañinas.
Ejercicio en Navidades
Si eres deportista, durante la Navidad continúa con tus rutinas de ejercicio físico. Si no eres aficionado del deporte, ahí van unos breves consejos para que no dejes de moverte durante las fiestas.
• Para quemar todas esas calorías rápidamente, nada mejor que ir a bailar a una fiesta. El baile es uno de los ejercicios más divertidos y con el que se puede quemar muchas calorías después de la cena (unas 300 kcal por hora de baile enérgico).
• No sólo se queman calorías en el gimnasio, por eso, aprovecha las compras navideñas para andar un poco más, evita los atascos andando, realiza actividades físicas con los niños aprovechando que están de vacaciones, etc.
• Intenta dejar al menos uno o dos días entre las grandes comilonas para tener tiempo para quemar las calorías extras con ejercicio.
Para finalizar, un último consejo pero no por ello menos importante: • Disfruta de la Navidad. Aunque no lo creas, la amargura engorda. Disfruta de una suculenta comida o cena en buena compañía y sin agobios. Pero al día siguiente búscate un plan de ejercicio para quemar esas calorías.