Según destacan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más prevenible y uno de los más frecuentes en el mundo.
“No queremos demonizar al sol –señala desde la AEDV el Dr. Agustín Buendía, coordinador nacional de la campaña Euromelanoma -; al contrario, nuestro objetivo es que la población tenga un mayor conocimiento de sus beneficios, pero también de sus riesgos”.
El 80% de los casos de melanoma se debe a la exposición excesiva al sol. La mejor prevención es evitar la exposición solar en las horas centrales del día y llevar ropa adecuada, así como emplear las cremas fotoprotectoras adecuadas a nuestro tipo de piel, edad y condiciones de exposición (deportistas, baños frecuentes, etc.). Consulta a tu farmacéutico/a sobre la opción más adecuada en tu caso.
Entre los factores de riesgo del melanoma destacan:
- Los antecedentes familiares o personales de este tumor.
- La presencia de un gran número de lunares en nuestra piel (más de 50 o 60).
- Xeroderma pigmentoso, una enfermedad hereditaria que afecta la capacidad de las células de la piel de reparar el daño causado a su ADN.
- Haber sufrido quemaduras solares con ampollas durante la infancia y adolescencia.
- La edad avanzada.
Autoexploración
La autoexploración es uno de los aspectos esenciales a la hora de prevenir y detectar un posible melanoma. Hay que vigilar la aparición de algún lunar sospechoso y, cuando así se detecte, acudir al dermatólogo para descartar o confirmar un diagnóstico. Cuanto antes se detecte, mejor será el pronóstico de la enfermedad.
Los melanomas suelen presentar unas lesiones muy características, conocidas por la regla del A, B, C, D, E:
- A: Asimetría
- B: Bordes irregulares
- C: Color variado.
- D: Diámetro mayor de 6 mm.
- E: Evolución (cambio de aspecto).
