Está producida por bacterias que residen en el intestino grueso, sobre todo por la E.coli. Tras su salida por el ano contaminan la zona perianal y la vagina, accediendo desde allí a la uretra y a la vejiga, produciéndose así la infección del tracto urinario.
El calor, el sudor y la humedad hacen que proliferen las bacterias y que las cistitis sean más frecuentes en verano.
Entre los síntomas de la cistitis figuran:
- Dolor o escozor al orinar
- Necesidad frecuente de ir al baño y micciones escasas
- Presión en la parte inferior de la pelvis
- Orina maloliente o acompañada de sangre
- Dolor al mantener relaciones sexuales.
Consejos frente a la cistitis
- Bebe abundantes líquidos (al menos litro y medio cada día)
- Intenta orinar con frecuencia. Cuanto más tiempo está la orina en la vejiga mayor es el crecimiento bacteriano. Ve al baño cada dos horas aunque no tengas ganas.
- Usa jabones neutros y productos específicos para la higiene íntima.
- Combate el estreñimiento. Intenta ir al baño para que los gérmenes no puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario.
- Intenta orinar después de tener relaciones sexuales (incrementan hasta el 40 veces el riesgo de infección).
- Opta por la ducha en vez del baño –
- No estés con el bañador húmedo. Cámbialo por uno seco tras el baño.
- Usa ropa interior de algodón y evita las prendas ajustadas
- Ten en cuenta que el diafragma puede propiciar la proliferación de infecciones porque en algunos casos evita el vaciado completo de la vejiga.
- Lava muy bien las verduras que consumes en crudo en ensaladas.
Tu farmacéutico puede asesorarte sobre estas y otras recomendaciones a tener en cuenta para prevenir las cistitis.
Existe una amplia gama de suplementos y productos naturales para potenciar las defensas del tracto urinario. Sobre todo los ricos en arándanos rojos y en D-manosa, un azúcar simple como la sacarosa que se produce de forma natural y está presente en pequeñas cantidades en manzanas, naranjas y melocotones, entre otras frutas.