Las embarazadas que practican ejercicio de forma regular durante el embarazo favorecen el desarrollo de un corazón más fuerte y más sano en sus bebés. Así lo destacan desde la Fundación Española del Corazón (FEC).
Caminar a paso ligero, hacer Pilates o yoga… La práctica de ejercicio aeróbico está asociada, asimismo, con el reforzamiento del suelo pélvico y la pared abdominal, por lo que prepara a la mujer a afrontar el momento del parto en una mejor condición física.
Deportes recomendados
En general se recomienda la práctica de deportes de bajo impacto, como caminar, nadar, yoga, Pilates… Actvidades deportivas que tonifiquen y preparen los músculos para el parto.
Caminar. Andar aporta muchos beneficios para las embarazadas, ayudándoles a prevenir los problemas circulatorios, la hinchazón en pies y piernas, así como el estreñimiento e incluso las molestas hemorroides.
Yoga y Pilates. El yoga y el Pilates ayudan a mejorar la postura corporal y a prevenir el dolor de espalda, contribuyendo a eliminar la sensación de fatiga y la tensión.
Deportes acuáticos. También son recomendables todas las actividades acuáticas, como la natación, el aquaerobic o aquagym, etc. Ayudan a tonificar todos los músculos, especialmente los abdominales, los glúteos y los del periné, que sujetan al niño. Además, en el agua, el cuerpo pesa una sexta parte menos que fuera de ella, lo que facilita los movimientos reduciendo el riesgo de lesiones o de forzar los músculos durante la práctica deportiva.
Hay otras actividades, como andar en bici, que sólo están recomendadas hasta el quinto o sexto mes de embarazo (la bicicleta estática sí que puede ser alternativa a partir de ese momento).
Posibles riesgos
Si bien la práctica del deporte en general es beneficiosa durante el embarazo, es recomendable evitar aquellos que puedan presentar riesgos para la salud del feto:
- deportes que eleven la frecuencia cardíaca máxima por encima del 80%, como es el caso de los deportes de riesgo
- no es recomendable la práctica del buceo, evitando los riesgos de descompresión y embolia de gas
- deportes por encima de los 2500 m de altitud, ya que pueden provocar “mal de altura”
- aquellos en los que exista un contacto físico, como el judo, kickboxing o squash, de forma que se evite el riesgo de posibles lesiones.
Se recomienda interrumpir la realización de cualquier actividad deportiva y acudir al ginecólogo ante la presencia de cualquiera de estos síntomas:
- hemorragia vaginal o pérdida de líquido por la vagina
- dificultad para respirar antes incluso de iniciar la actividad deportiva
- mareos
- dolor de cabeza
- molestias en el pecho
- debilidad muscular
- contracciones
- dolor o hinchazón de los muslos
- visión borrosa.