Los expertos recomiendan realizar ejercicio para prevenir la osteoporosis. En el último número de la revista Sanifarma analizamos este tema de la mano de Iñigo García Echechipia, Diplomado en Ciencias de la Actividad física y deporte y miembro del equipo de Onfitness. Nos explicó que es importante realizar ejercicio al menos tres veces por semana y siempre bajo el asesoramiento de un/a profesional, que nos ayudará tanto en el control postural como en el tipo de ejercicio más adecuado en cada caso.
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida del contenido mineral óseo que conduce a una mayor debilidad de los huesos, y por lo tanto, a un riesgo mayor de fracturas. Tiene lugar cuando nuestro organismo no produce suficiente hueso nuevo. Suele aparecer en primer lugar en zonas localizadas, pero acaba afectando a la mayoría del conjunto esquelético.
Es una patología que está más presente a medida que cumplimos años y en consecuencia puede traernos numerosos problemas de salud asociados, sobre todo fracturas óseas entre las que son más frecuentes las de la columna vertebral y la cadera.
Para prevenir la osteoporosis es preciso:
- Asegurar una buena ingesta de calcio y vitamina D.
- Modificar el estilo de vida.
- Aumentar el ejercicio físico.
Actualmente, está más que demostrado que la ausencia de movilidad produce una rápida y cuantiosa pérdida de masa mineral esquelética. Este factor, sumado a la osteoporosis, puede producir la desmineralización del esqueleto, que puede llegar hasta el 40% en un año.
Por un lado, el trabajo con cargas va a favorecer la formación de tejido óseo siempre teniendo en cuenta que, aunque si tenemos osteoporosis no utilizaremos cargas elevadas, si lo que queremos es prevenirla sí que debemos someter a cierto estrés al sistema óseo para ser efectivos. Se puede realizar de diferentes formas: en máquinas, con tu propio cuerpo, bandas elásticas, mancuernas, barras, TRX…
Y por otra parte, las actividades de estabilidad y equilibrio ayudan a que el sistema nervioso y muscular trabaje en conjunto y el paciente comience a reconocer mejor su postura corporal. Gracias a ello, tendremos menos probabilidades de caída frente a una situación adversa, pudiendo colocar más rápido y mejor la pierna (por poner un ejemplo) para no caernos.