A la hora de elegir un protector solar es importante tener en cuenta nuestra edad, tipo de piel (seca, grasa, mixta, sensible, reactiva…), fototipo, zona en la que se va a aplicar (rostro, cuerpo) y circunstancias de exposición (baños frecuentes, actividades acuáticas o de montaña, etc.). Asimismo, es importante realizar una protección solar específica durante el embarazo, ya que los cambios hormonales incrementan la probabilidad de que aparezcan hiperpigmentaciones tipo melasma. Tu farmacéutico puede asesorarte sobre el fotoprotector más adecuado para ti.
Existen diferentes tipos de radiación, según las longitudes de las ondas y su contenido energético.
- Radiación UVB, que afecta a la epidermis o capa externa de la piel, provocando quemaduras solares y lesiones precancerosas.
- Radiación UVA, que llega a la dermis y provoca envejecimiento cutáneo, manchas, Son los desencadenantes de las alergias solares, las reacciones fototóxicas y, en última instancia, el fotoenvejecimiento de la piel.
- Radiación infrarroja, que penetra hasta la hipodermis, la capa más profunda de nuestra piel. Producen un efecto calórico y podrían potenciar los efectos negativos de los rayos UVB y UVA, y el envejecimiento de la piel, provocando una reacción de estrés oxidativo que aumenta los radicales libres y con ellos la degradación del colágeno.
La protección frente a los rayos UVB está determinada por el Factor de Protección Solar (FPS) o Índice de Protección (IP), que indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de nuestra piel frente al eritema, el enrojecimiento previo a la quemadura.
Este índice está regulado en Europa por el método COLIPA, un método estandarizado con el que se ha querido regular de forma oficial el FPS y que clasifica los fotoprotectores en varios tipos: bajo (del FPS2, 4 y 6), Medio (8-10-12), Alto (15-20-25), Muy Alto (30-40-50) y Ultra (50+). Se aconseja utilizar al menos FPS en las primeras exposiciones y aumentar el FPS en pieles claras, en niños y en la práctica de deportes acuáticos y de montaña.
Consejos frente al sol
- Elige la fotoprotección más adecuada para tu edad y tu tipo de piel. Tu farmacéutico te asesorará sobre el protector solar más apropiado.
- Aplícate el producto al menos media hora antes de exponerte al sol y reponlo cada dos horas o después de cada baño.
- Evita la exposición solar en las horas centrales del día (de 12 a 16 horas) y consulta los índices diarios de radiaciones ultravioleta e infrarrojas.
- Utiliza gafas de sol y asegúrate de que estén homologadas (con certificado de garantía, marcado CE y recomendaciones de uso).
- Cubre aquellas zonas donde no te aplicas el fotoprotector: con un gorro, o ropa ligera, etc.
- Extrema la precaución con los niños. Sus ojos y su piel no están totalmente desarrollados, por lo que las radiaciones les afectan más. Proteje sus ojos con sombreros y lentes de sol y su piel con un fotoprotector adecuado, testado pediátricamente.
- Consulta a tu farmacéutico si estás tomando medicación porque algunos medicamentos pueden provocar fotosensibilidad.
- Bebe agua regularmente o bebidas sin alcohol para evitar la deshidratación.