Uno de cada tres niños de hasta cuatro años presentan infecciones respiratorias en las consultas de Pediatría en otoño-invierno, como virus respiratorio sincitial, bronquiolitis, bronquitis, broncoespasmos, neumonías, etc.
El virus respiratorio sincitial causa infecciones en los pulmones y en las vías respiratorias en los bebés y en los niños pequeños. Los brotes casi siempre comienzan en el otoño y se prolongan hasta la primavera. Sus síntomas son similares a los del resfriado. En niños de más de un año son leves (tos, congestión nasal y fiebre) mientras que en los bebés de menos de 12 meses pueden ser más graves: coloración cutánea azulosa por la falta de oxígeno, dificultad para respirar o disnea, tos, fiebre, congestión nasal y sibilancias.
Por otra parte, la bronquiolitis es la más común de todas las enfermedades respiratorias que afectan a los más pequeños. Al menos el 40 por ciento de los niños sufre un episodio de bronquiolitis antes del primer año de vida. Está provocada por la infección de los bronquiolos, las últimas ramificaciones de los bronquios, causada por el virus respiratorio sincitial y afecta a menores de 2 años, en especial a los menores de 6 meses.
Comienza como un catarro de vías altas, con o sin fiebre pero a los pocos días se nota un empeoramiento a nivel respiratorio. Entre sus síntomas figuran tos, dificultad al respirar, pitos y sibilancias, aumento de la frecuencia respiratoria, y fiebre moderada.es una enfermedad muy contagiosa que se transmite cuando las secreciones del niño entran en contacto con las mucosas de otro niño, por lo que las manos son la principal vía de contagio. Es importante lavarse bien las manos después de estar en contacto con un niño con bronquiolitis.
Si el niño presenta los síntomas se recomienda acudir al pediatra para que confirme el diagnóstico y evalúe la situación.