El sol es una fuente de energía y optimismo para muchas personas y, para todas, la principal fuente de obtención de vitamina D (el 90% la obtenemos a través del sol frente al 10% por la alimentación). Entre los beneficios de la vitamina D está que facilita la absorción del calcio por parte de los huesos, previniendo la osteoporosis. Eso sí, con diez minutos de sol cada mañana tendríamos toda la vitamina D que necesitamos.
En contra… los temidos rayos UVA
El sol emite diferentes tipos de radiaciones, entre las que se encuentran las ultravioleta. Existen dos tipos de rayos ultravioleta, los UVB, responsables del eritema o enrojecimiento y desencadenantes del verdadero bronceado, y los UVA, responsables de la aparición de la pigmentación inmediata y con un papel esencial en el desencadenamiento de las alergias solares, las reacciones fototóxicas y el fotoenvejecimiento de la piel.
La excesiva exposición solar puede provocar insolaciones, quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, alteraciones del sistema inmunitario, afecciones oculares y cáncer de piel. En España la incidencia del melanoma se ha multiplicado por 10 en los últimos 20 años. Cada año se diagnostican en nuestro país 3.600 casos, especialmente entre mujeres.
Para evitar este continuo incremento en el número de casos de cáncer de piel, además de seguir algunas recomendaciones, como evitar las horas centrales del día, es importante utilizar los protectores solares o fotoprotectores. Y hay que hacerlo de forma adecuada y teniendo en cuenta aquéllos que mejor se adecúen a nuestro fototipo.
Factor de Protección Solar, ¿cuál es el más adecuado para mí?
Los fotoprotectores, además de las indicaciones obligatorias para todos los productos cosméticos, incluyen en su etiquetado unas menciones específicas que reflejan su eficacia: los índices de protección solar.
Los fotoprotectores contienen sustancias químicas y/o físicas, denominadas filtros, capaces de absorber o reflejar las radiaciones solares, protegiendo a la piel de los efectos dañinos de las mismas.
El Factor de Protección Solar (FPS) o Índice de Protección (IP), nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema o enrojecimiento previo a la quemadura, por lo que nos está dando información sobre la protección frente al UVB. En la primera exposición solar se recomienda utilizar al menos un FPS 15 o superior y aumentar el FPS en pieles claras, en niños, en deportes acuáticos y de montaña, en embarazadas u otros grupos de riesgo frente al sol, en días de alta intensidad solar o en tiempos prolongados de exposición.
Otro factor que hay que valorar a la hora de elegir un fotoprotector es su capacidad de resistencia al agua. Existen dos términos a tener en cuenta: water resistant (el fotoprotector no pierde su capacidad después de 40 minutos de inmersión) y waterproof (el fotoprotector no pierde su capacidad después de 80 minutos de inmersión). Aunque los fotoprotectores indiquen “resistencia al agua”, se aconseja repetir la aplicación después de un baño prolongado (más de 20 minutos).
Recomendaciones
No sólo es importante el producto elegido sino la forma en la que se aplica. La crema ha de aplicarse 30 minutos antes de exponerse al sol, preferiblemente en casa, antes de desplazarnos a la playa o la piscina. Hay que hacerlo sobre la piel seca y con una cantidad abundante.
Os damos otros consejos a tener en cuenta frente a la exposición solar:
– Evitar perfumes y colonias, dado que son fotosensibilizantes
– Evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas
– Beber agua o líquidos para evitar la deshidratación
– En caso de estar tomando alguna medicación, consulta con tu farmacéutico. Determinados medicamentos y productos cosméticos producen en la piel una reacción de fotosensibilidad.
– Es importante empezar por un fotoprotector alto, especialmente la primera semana de exposición solar, e ir rebajándolo en los días posteriores.
– En el caso de los niños hay que extremar las precauciones, dado que su piel es especialmente sensible. Es mejor evitar exponer al sol a los menores de 3 años. En los mayores de 3 años utilizar protección solar especial y renovar continuamente el producto, aunque el niño esté en el agua. Si el niño tiene la piel especialmente blanca proteger su cuerpo con gorra y camiseta.
Pautas para elegir el producto adecuado
Desde SANIFARMA os recomendamos una elección cuidadosa y empleo repetido de productos de protección solar adecuados con índice de protección medio-alto (el spf30 protege contra el 96,7% de la radiación solar).Para conseguir una protección suficiente de la radiación de los UVA, UVB y también productos cosméticos perfectos se requiere la combinación de filtros naturales (minerales) y químicos.
En nuestras farmacias encontraréis la gama Suncare de Apivita, con un 78-100% de ingredientes naturales. Estos productos cuentan con un extracto patentado de propóleo para proteger contra el fotoenvejecimiento, una combinación fotoestable de filtros y lavanda de mar para la hidratación. Se trata de unos protectores hipoalergénicos, resistentes al agua, sin alcohol, parabenos o siliconas.
Otra de las firmas que han apostado por la protección solar es Uriage, que dispone de una amplia gama de soluciones en función del tipo de piel, el factor de protección solar y la textura y forma de aplicación.
Consulta a tu farmacéutico sobre la solución que más se adecúe a tu tipo de piel y hábitos de exposición.