Repasamos los cinco cuidados básicos que deberías adoptar para cuidar tu piel en verano:
Protección solar
Sea cual sea tu destino en verano, sea playa o ciudad, el protector es imprescindible, en formato de spray, crema, aceite o espuma.
En verano, las radiaciones UVA y UVB son más fuertes y, con las altas temperaturas, la piel está más expuesta a estos rayos que provocan quemaduras y el envejecimiento cutáneo. El factor que debemos aplicar es un 30 SPF o 50SPF, los factores inferiores solo provocarán que la piel esté más expuesta a dañarse. Y aunque a estas alturas resulten consejos obvios o muy repetitivos, es igual de importante repetir aplicación cada dos horas, reaplicarse la crema después del baño.
Si te toca trabajar y solo disfrutas del sol en la calle o en la terraza del bar, hay que tener especial atención en las zonas del cuerpo más expuestas al sol, como la cara, el cuello, el cuero cabelludo en las personas que tienen poco pelo o el escote.
Elige una crema específica para el rostro según tu tipo de piel.
Si crees que crema hidratante + protección solar como tratamiento de mañana, no lo va a soportar tu piel, sustituye la crema por Serum hidratante así tu piel no irá perdiendo agua y verás como el bronceado es más bonito y uniforme. Para tus labios, un cacao con factor solar te ayudará a protegerlos del sol y de la sequedad. Cuidado con los días nublados, aunque parezca que el sol no nos va a dañar, los rayos ultravioletas se filtran a través de esas nubes.
Nuestra recomendación para el verano: HELIOCARE 360º Water Gel SPF 50+. Un gel fotoprotector ultraligero e hidratante. Con una textura increíble, ultraligera no comedogénica que absorbe fácilmente. Su sistema hidratante de liberación prolongada permite mantener la piel hidratada desde la aplicación y a lo largo del día. Resistente al agua y no pica en los ojos. Se puede utilizar en todo tipo de pieles, incluso sensibles. Lo ideal es complementar la protección tópica con la protección oral, para eso te recomendamos HELIOCARE Advanced Oral Cápsulas, que ayuda a mejorar la resistencia de la piel al daño solar.
After Sun
Igual de imprescindible que la protección solar es nutrir y calmar la dermis tras la exposición al sol, y es ahí donde nos surgen dudas ¿Con aftersun o con tu crema hidratante de siempre?
Se trata de dos productos que tienen mucho en común y que, de hecho, en un principio nos pueden parecer lo mismo. Pero lo cierto es que tienen determinadas diferencias que hacen que uno sea más adecuado para el tratamiento postsolar que el otro.
Si has estado varias horas expuesto/a al sol y notas tu piel enrojecida, caliente o te has quemado, lo mejor es usar una crema after sun ya que, además de hidratar, tiene componentes refrescantes, antiinflamatorios y vitaminas que ayudarán tu piel a repararse. Además, su textura suele ser más fluida y fresca que tu hidratante diario.
En este sentido, os recomendamos After Sun Apivita Gel-Crema Refrescante & Calmante que aporta una hidratación inmediata gracias al aloe y lavanda de mar, calma refresca de forma rápida con higo y extracto de pepino. Ofrece una protección antioxidante y protege del envejecimiento prematuro gracias la extracto de propóleo reparan el daño causado en la piel con el sol.
Agua termal
Para combatir el calor y la deshidratación de tu piel en verano, el agua termal es un producto indispensable en tu bolsa de playa, mochila o bolso. Es genial para refrescarte en plena calle y aliviar las pieles quemadas.
Al proceder de fuentes termales, este tipo de agua contiene una serie de minerales que cuentan con importantes propiedades naturales. Protegen las células de la piel de los radicales libres (ocasionados por el estrés, la contaminación, los rayos ultravioletas del sol, los cambios bruscos de temperatura…) y, por tanto, del envejecimiento cutáneo. Descongestionan el rostro y refuerzan la protección natural de la piel.
El agua termal alivia también las rojeces, irritaciones y picores de la piel. Razones más que suficientes para incluirla en tu neceser de belleza. Es más, sus beneficiosos efectos terapéuticos la convierten también en un complemento perfecto para cuidar la piel de toda la familia.
Nuestra recomendación: el Agua termal Uriage. Cura a base de oligoelementos y sales minerales, y fuente de luminosidad para la piel, puede utilizarse como tratamiento diario. Calmante, esta agua, rica en sales de calcio y magnesio, tiene un efecto calmante sobre las pieles sensibles. También tiene una importante acción protectora gracias al silicio que refuerza la barrera hidrolipídica de la piel.
Exfoliante
La exfoliación fortalece la dermis, aporta elasticidad y suavidad a la piel y a la vez la hace más resistente al sol, lo que favorece el bronceado.
Si quieres lucir un bronceado uniforme y bonito, te recomendamos exfoliarte la piel antes de tomar el sol. Quitarás las pieles muertas y demás residuos de tu piel para que los rayos UV penetren uniformemente y estimulen la melanina.
Puedes repetir este cuidado una vez a la semana, sobre todo si utilizas una crema exfoliante suave. Es también recomendable usar una crema específica para la cara y otra para el cuerpo, que se adapten a las necesidades de cada zona.
Te recomendamos la Emulsión Exfoliante suave nº5 de IOMA. Está enriquecida con partículas de sílice para eliminar eficazmente los comedones limpia en profundidad, desincrusta la piel y la libera de las impurezas, otorgándole resplandor y suavidad.
Sus partículas exfoliantes eliminan las células muertas que empañan la piel. Ayuda a purificar la piel y que el poro no quede dilatado con el calor.
Hidratante
Aunque uses un after sun tras tomar el sol, no te olvides de la crema hidratante para cuidar tu piel en tu ritual de belleza cotidiana.
Los días que no tomes el sol, no te olvides de hidratarte ya que el calor, el sol, el agua o el aire acondicionado resecan la piel. Puedes optar en verano por una crema fluida más ligera y, para tu rostro, elige una maquillaje con SPF o una BB Cream o CC Cream.
Te recomendamos City Mist de IOMA. Una hidratante en forma de bruma para aplicar en esos días de calor. Te ayudará a hidratar tu piel y a protegerla contra la contaminación exterior, incluida la luz azul. Es una bruma hidratante que actúa como un escudo protector contra las variaciones climáticas (sol, viento, frío) y las agresiones externas tales como la contaminación y la luz azul.