Déficit de atención, hiperactividad, impulsividad, dificultades de aprendizaje, problemas de conducta… Desde edades tempranas podemos encontrarnos con estos síntomas en niños y también posteriormente en adolescentes. Es importante estar atentos para valorar si estos episodios se producen de forma aislada o consitutyen un estado habitual del niño o adolescente.